Situada en la plaza Dam, al lado del Palacio Real, la gótica Nieuwe Kerk es la otra gran iglesia de la ciudad, al lado de la Oude Kerk. Al encontrarse al lado del gran Palacio Real, ha quedado algo empequeñecida a ojos del visitante, pero ésta es una iglesia con mucha historia. 

En el siglo XV, la población de Amsterdam empezaba a crecer considerablemente, y la Oude Kerk, la antigua y única iglesia de la ciudad, se quedaba ya pequeña. 

En 1408 el obispo de Utrecht dio permiso para construir este templo. La ciudad empezaba a enriquecerse y en seguida se procedió a su construcción, que fue, como en la mayoría de casos en la arquitectura medieval, completada y ampliada lentamente durante años. Así, alrededor de 1435 ya estaba alzada la nave principal, después de que las obras se vieran afectadas en 1421 por el incendio de la ciudad. Más tarde se construyeron las capillas. 

La iglesia nueva no estuvo tocada por la buena fortuna, ya que a parte del primer incendio, también se vio afectada por el fuego en 1452 y, de forma mucho más grave, reducida casi a sus cenizas, en 1645, debido a un incendio accidental en el tejado del edificio. En este último, solamente quedaron los muros de la nave y los transeptos, pero afortunadamente, se restauró con el espíritu arquitectónico gótico, respetando la forma del edificio original.

Este proceso de construcción-destrucción-reconstrucción no se queda solamente en esas fechas y datos. Antes del terrible incendio, en 1578, la Nieuwe Kerk fue presa de la furia iconoclasta de los calvinistas, que dejó casi en cero la hermosa decoración de altares y estatuas que ostentaba. Solamente quedó en pie el pórtico. 

La Nieuwe Kerk es una basílica con crucero de estilo gótico tardío y en ella destaca el contraste entre la nave central, con bóveda de medio punto de madera, y las naves laterales con bóvedas de arista de piedra. 

El esbelto perfil gótico de la Nieuwe Kerk se alza por encima del edificio de la Oude Kerk. Te preguntarás, y más viendo el estilo en el que se inscribe, por qué esta iglesia no cuenta con una torre. A pesar de que el proyecto inicial contaba con ello, la idea fue yendo abandonada debido a los dramáticos cambios de los siglos XVI y principios del XVII, debidos especialmente al ambiente político. 

La nueva administración protestante decidió abortar el proyecto de la torre campanario, ya que no era muy partidaria de la idea de tener una prestigiosa iglesia que eclipsara al glorioso y nuevo ayuntamiento, símbolo de la autoridad civil, que estaban edificando casi en la puerta de al lado. 

Por ello, las campanas que François Hemony había construido tuvieron que ser colgadas en la torrecilla del cruce de las naves, pero no en el gran campanario proyectado en un inicio. 

Incluso sin la torre alzada, la localización de la iglesia, en plena Plaza Dam, le dio un prestigio y una notoriedad considerables, hecho que la hizo pasar por encima de la Oude Kerk. Es más, a partir del rey Guillermo I de Orange, la monarquía estableció un vínculo especial con esta iglesia, hasta el punto que ha sido considerada la Westminster Abbey de Amsterdam. 

El interior de la iglesia que puedes observar actualmente es prácticamente en su totalidad posterior al siglo XVI, cuando las desgracias de los incendios y la iconoclasia habían remitido. Tallas de madera en el púlpito, un esplendoroso órgano atribuido a Jacob van Campen, y las vidrieras ilustradas con escenas históricas relacionadas con la ciudad son algunos de los detalles en los que debes detenerte. 

Además, la Iglesia Nueva también aloja las tumbas de algunos de los más famosos almirantes de los Países Bajos. Es el caso del mausoleo de Michiel Adriaansz de Ruyter o de Jan van Galen. 

Actualmente, el uso de la iglesia está reservado a la exhibición de prestigiosas y variadas exposiciones de arte, desde fotografía contemporánea hasta muestras de artesanía de antiguas civilizaciones. En la iglesia se celebran también recitales de órgano y otras actividades culturales. 

Lo que no podrás hacer, si eres devoto, es acudir a una misa en la Nieuwe Kerk, ya que éstas solamente se celebran aquí en las coronaciones y bodas reales. Guillermo de Holanda y Máxima Zorreguieta protagonizaron el último enlace real entre estas paredes y, si hay que esperar a la boda de sus pequeños herederos, todavía pasarán muchos años, así que aprovecha y visita la iglesia ahora, ¡y sin compromiso!