Partiendo de la Rembrandtplein hacia el sur de la ciudad se extiende el Reguliersgracht, del que dicen que es uno de los canales con más encanto de la ciudad. Su nombre es debido a que cuando se abrió el canal, en 1664, en el lugar de su construcción se situaba un convento de monjas regulares. 

En el pasado, albergó también parte del mercado de la mantequilla, que empezaba en la Rembrandtplein y se extendía canal abajo. De hecho, este mercado, que se llenaba de comerciantes y tenderos de las más extrañas mantequillas, recibía el nombre de Reguliersmarkt en honor al nombre del canal. 

Reguliersgracht tiene un café en cada esquina, en los que puedes degustar magníficos bizcochos, crepes o galletas, y también alberga muchísimos salones de peluquería con vistosos escaparates, algo que parece extendido por toda la ciudad. 

En una tarde libre, te encantará pasear por aquí, apreciando la diversidad de su arquitectura y el ambiente tranquilo y silencioso, en el que solamente te cruzas con las bicicletas, omnipresentes, y con algunos vecinos que se acercan a casa con sus bolsas de la compra. Aquí se respira la auténtica vida de barrio, alejada de los grandes canales monumentales, o las zonas con las atracciones históricas principales. 

La sorpresa increíble del Reguliersgracht la reserva en la esquina con Herengracht. Si te subes al puente sobre el Reguliersgracht y das la espalda a la cercana plaza de Thorbeckeplein (la continuación de Rembrandtplein), verás los arcos de los seis puentes que cruzan el canal en una perspectiva única. Ahora, gírate a mano izquierda y observa atentamente. No es un efecto óptico: otros seis puentes sobre el Herengracht se despliegan, como una baraja, ante ti. A mano derecha, ahora, verás otros dos. Si a todos ellos le sumas el puente sobre el que te encuentras, hacen un total de quince puentes. 

Esta vista te resultará casi mágica si te acercas aquí de noche, cuando multitud de bombillitas iluminan los arcos de los puentes, creando un escenario único. Fotografíalo, dibújalo, o simplemente, recuérdalo para siempre, porque este panorama sólo lo disfrutarás desde aquí.