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Westerkerk

Westerkerk (21)

En el emotivo diario que Anne Frank escribía desde la azotea de su casa, se menciona en numerosas ocasiones cómo la muchacha y su familia veían la torre de la iglesia y escuchaban el carillón de su reloj. 

La Westerkerk fue la primera iglesia protestante construida después de la Reforma y, como tal, lleva el nombre de su emplazamiento geográfico en la ciudad (en este caso, el oeste), y no el de un santo. El prestigioso arquitecto Hendrick de Keyser empezó a construirla en 1620 y se inauguró oficialmente el día de Pentecostés de 1631. 

Pese a ser la primera gran iglesia durante la expansión del culto protestante, no se puede decir propiamente que elabore una estética arquitectónica propia y ajena a la católica, aunque sí marca algunas tendencias: simplicidad en la fachada, elegancia en las líneas y austeridad en el interior.

Enmarcada en el contexto del renacentismo holandés, cuya característica principal es la combinación de ladrillo y piedra natural, su carácter ascendente todavía acusa influencia del gótico. 

El trazado de la nave principal se basa en la forma de dos cruces griegas, a diferencia de las iglesias católicas. Debido al suelo poco sólido de la ciudad de Amsterdam, la construcción de las bóvedas no podía ser muy pesada, de ahí que la que cubre la nave sea una bóveda de medio punto de madera. Observarás que, como marca propia del protestantismo, el interior renuncia a toda ornamentación. 

No dejes de fijarte en la Westertoren, la torre de la iglesia. Ella y el campanario que la corona dominan la ciudad de Amsterdam y, para muchos, es un verdadero símbolo de la capital. 

Con 85 metros de altura, se alza sobre las casas del barrio de Jordaan donde se ubica, convirtiéndose en la torre de iglesia más alta de Amsterdam. Igual que el escudo de la ciudad, la torre luce, en su parte superior, la corona imperial de Maximiliano I. Ésta fue un regalo que el emperador hizo a la ciudad en el siglo XV como muestra de agradecimiento por el trato de favor que le habían dado.

La torre de la iglesia no se terminó hasta 1638 y, según tradición medieval, se encuentra situada en el centro de la fachada oeste de la iglesia. La parte inferior es de ladrillo, pero sobre esta parte se eleva una sección elaborada en madera y cubierta por piedra natural. Las galerías superiores están construidas también en madera, pero el revestimiento es de plomo. La campana que toca las horas, con sus más de siete toneladas y media, es la más pesada de Amsterdam y es obra del afamado François Hemony. 

La Westerkerk es muy conocida en la ciudad  por su intensa vida cultural, sobre todo en el ámbito de la música. Una vez al mes se realizan cantatas de Bach, únicamente para las cuales se reserva uno de los dos órganos de la iglesia. Es muy recomendable que consultes la programación porque, con mucha probabilidad, puedes encontrarte con algún concierto de órgano, ya que se celebran con mucha frecuencia. Y si coincides en fechas de Semana Santa, no debes perderte al coro de la Westerkerk en su interpretación del Viernes Santo. 

La iglesia tiene un atractivo que llama a otro tipo de devotos, los devotos del arte. Y es que Rembrandt fue enterrado entre estas paredes en 1669, en un lugar desconocido, eso sí. Como curiosidad, te ilustramos con la parte final de la nota sobre el artista que está escrita en el registro de la iglesia: “Deja dos hijos. Gastos cubiertos: veinte florines”. Un final muy pequeño, diminuto, para uno de los más grandes pintores de la historia.

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