En una crónica del año 1237, ya se menciona un asentamiento llamado Kölln y más o menos en la misma época, se fundó cerca otro asentamiento llamado Berlin. Condes y príncipes se disputaban las tierras circundantes. Pero invasiones procedentes del Este, como la de los mongoles en el siglo 13, amezanaban la existencia de los asentamientos. Asi que, en 1307 los dos pueblos, Berlín y Kölln, unieron sus fuerzas para la defensa mutua, formando una sola ciudad que finalmente conservó el nombre de Berlín.
En el siglo 15, los condes de la marca de Brandemburgo trasladaron su residencia a Berlín hasta 1701. Durante más de 2 siglos y medio Berlín fue la capital de un pequeño Estado del Sacro Imperio Romano-Germánico.
Brandemburgo formaba parte del reino de Prusia y, a principios del siglo 18, con el nombramiento de Federico III como rey de Prusia, Berlín pasó a ser su capital oficial.
En 1804, Napoleón Bonaparte se corona emperador, Francia está en guerra con gran parte del continente europeo. Tras la derrota de los prusianos en Jena, los franceses entraron en Berlín el 27 de octubre. En aquellos años bajo control francés se despertaron los primeros sentimientos de nacionalismo pangermánico. En 1810 los hermanos Humbold fundaron la universidad que más tarde llevaría su apellido. Intelectuales, burguesía... empezaron a soñar con la unión de todos los estados alemanes en una sola nación libre.
No es hasta 1812 que Prusia acompaña a Napoleón en una funesta invasión de Rusia que desencadena el cambio de bando y finaliza con la expulsión de los franceses de Berlín en 1813.
En 1862, el rey Guillermo I, nombra como canciller a Otto von Bismarck, que anhelaba una Alemania unida bajo Prusia, hecho que consiguió con gran rapidez, pero a su manera pues pensaba que los asuntos importantes sólo podían resolverse “con hierro y sangre”. Y así fue, emprendió guerras contra Dinamarca en 1864, contra Austria en el 66 y contra Francia en 1870. En enero de 1871, Bismarck anuncia en el palacio de Versalles, la creación del Reich, que significa imperio, alemán. Todos los estados quedaron unidos con Berlín como Capital. Y el rey Guillermo I se convirtió en el Kaiser, el emperador.
Entonces la ciudad de Berlín vivió un crecimiento demográfico espectacular y se convirtió en un referente arquitectónico y cultural.
El kaiser Guillermo II, llevó a Alemania a la derrota. En agosto de 1914, tras el asesinato del heredero al trono de Austria, el kaiser comenzó una guerra que inicialmente alineó a Alemania, Austria-Hungría y Turquía contra Francia, el Reino Unido y Rusia. Tras 4 años de una de las carnicerias más espantosas de la humanidad, por fin en noviembre de 1918 se acaba la guerra con la derrota de Alemania. El kaiser abdicó y se exilió a Holanda.
