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Pfaueninsel - Palacio Pfaueninsel

Pfaueninsel - Palacio Pfaueninsel (53)

Sin duda alguna, la excursión al Palacio Pfaueninsel es una de las más bonitas de la ciudad. Aquí te sentirás completamente aislado del resto del mundo, en un paraje idílico y romántico. Y es que con esta visita descubrirás el lado más tranquilo de Berlín. 

Se encuentra en la llamada “Isla de los pavos reales”, una isla de 67 hectareas donde estas aves campan a sus anchas. El único medio de llegar a esta isla es en un pequeño transbordador que sale cada hora.

Este castillo blanco con su graciosa torre parece sacado de un cuento de hadas. Se encuentra en Pfaueninsel, un gran parque creado por Peter Joseph Lenné. Hasta su muerte, Lenné transformó el terreno que se encuentra entre el lago Havel y las ciudades de Berlín y Potsdam, hasta convertirlo en un paisaje natural y arquitectónico espectacular. Los jardines están cuidados hasta el más mínimo detalle, con fuentes y con toda clase de plantas y arbustos.

El Palacio Pfaueninsel se construyó en 1797 como residencia de verano de Federico Guillermo II y en su diseño se siguió la moda del momento: el arquitecto Johann Gottlieb Brendel creó ruinas artificiales para darle un aire de castillo medieval. Aunque también se dice que el encargo del rey Federico Guillermo II era construir un palacio de lo más romántico para retozar con su amante.

Pero no sólo su fachada es sorprendente: los muebles que alberga en su interior son una auténtica reliquia. Son de estilo romántico y se encuentran en tan buen estado que con sólo verlos tienes la sensación de haber viajado al pasado. 

La isla ha sido declarada reserva natural, y ofrece senderos con encinas centenarias y bellas vistas al río Havel.  Es una de las escapadas más recomendables si buscas tranquilidad.

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