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Puente del 25 de Abril

Puente del 25 de Abril (10)

Dos caras de la moneda para un mismo puente. Para los visitantes de fuera del país, el puente del 25 de abril es uno de los elementos más distintivos de Lisboa. Para los lisboetas, sin embargo, es sinónimo de tráfico intenso y frecuentes atascos. 

Si nos remontamos a la historia, el Puente del 25 de abril se termina, tras una fugaz construcción de cuatro años, en 1966. Pero casi un siglo antes, en 1876 ya planeaba la idea de construir un puente que uniera las dos orillas del Tajo, para facilitar de este modo el tránsito entre las ciudades de Lisboa y populosas localidades al otro lado, como Almada o Cacilhas. 

El debate sobre los puntos de salida y llegada del puente a ambos lados del río duró años. Las propuestas de los ingenieros situaban el puente entre la zona de Rocha Conde de Óbidos y Almada, o entre Beato y Montijo, o entre la zona del Chiado y Almada, de nuevo. Con todo ello, no se llegó a aprobar ninguno de los proyectos que se presentaban, y que habían llegado de ingenieros alemanes, franceses y portugueses. 

A mediados del siglo 20, el tráfico ferroviario y por carretera desde Lisboa hacia el margen sur del río se planteaba seriamente como una necesidad. Por ello, se convocó un concurso internacional para la construcción de un puente.  Fue una empresa americana la que ganó el concurso y construyó el puente en tan solo cuatro años, entre 1962 y 1966. 

Corrían tiempos del régimen dictatorial de Salazar, y la ceremonia de inauguración tuvo la pompa propia del régimen. Oficialmente, el puente recibió el nombre de Ponte Salazar, en honor al dictador que encargó su construcción. 

Tras la pacífica revolución de los claveles de 1974, en la que se instauró de nuevo la democracia en el país, el puente fue rebautizado con el nombre que tiene actualmente, y que se corresponde con la fecha de la revolución: Puente del 25 de abril. 

Todavía a finales de los 90 se completó la construcción del puente que, hasta el momento, solamente contaba con las vías para vehículos, pero no tenía tramo ferroviario. Por ello, se construyó, unos metros por debajo, un nuevo tramo para el ferrocarril. 

El puente está construido en acero y tiene poco más de dos kilómetros de longitud. Se levanta más de 70 metros por encima del nivel del río, aunque las torres principales se levantan a casi 200 metros de altura, siendo así una de las construcciones más altas de Portugal. 

Como curiosidad, recientemente, el escalador bautizado como el spiderman francés, Alain Robert, trepó a una de las torres en el 41º aniversario de la construcción del puente. Aunque al bajar fue detenido por hacerlo. 

Así que este Puente del 25 de abril, que tanto recuerda al Golden Gate de San Francisco, lo disfrutarás mejor desde lejos o, si te atreves con los atascos, desde dentro. 

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