En el número 10 de Downing Street se encuentra la residencia oficial del Primer Ministro de Gran Bretaña. Aunque en numerosas ocasiones habrás visto por televisión la austera fachada de ladrillos oscuros, el acceso a la calle fue restringido al público en 1990 para garantizar la seguridad del jefe del Gobierno y su familia.  

El origen de esta vía debemos buscarlo en el siglo XVII, y concretamente en la figura del espía y diplomático George Downing. Downing, que se había criado en Nueva Inglaterra y fue uno de los primeros graduados de Harvard, regresó a Inglaterra para participar en la Guerra Civil. Hacia 1650 era uno de los principales colaboradores de Cromwell. Si embargo, una vez reestablecida la monarquía no tuvo reparos en traicionar a los parlamentarios y ofrecer sus servicios a Carlos II.

Tras comprar estos terrenos cercanos a Hampden House y al palacio de Whitehall, emprendió la promoción inmobiliaria que eventualmente se convertiría en lo que hoy es Downing Street. La calle fue trazada entre 1663 y 1671. Downing, ávido de obtener los máximos beneficios posibles, concretó su proyecto en dos hileras de casas de construidas con una calidad más que dudosa. En la actualidad, sólo 4 de estos inmuebles se mantienen en pie, aunque han sido objeto de numerosas reformas.

En 1732, el número 10 de Downing Street fue cedido por el rey Jorge II a Sir Robert Walpole, considerado el primer líder político en la historia de Gran Bretaña que ejerció las funciones de Primer Ministro. No obstante, Walpole no quiso aceptar el inmueble como regalo personal y le pidió al rey que fuese utilizado como residencia de los futuros jefes del Gobierno.

Hoy en día, en esta residencia conviven oficinas y estancias privadas. Por un lado, en el Cabinet Room se dirige el rumbo de la política del país. Por el otro, en el segundo piso reside la familia del Primer Ministro. Margaret Thatcher dijo que era como living above the shop, es decir, vivir encima de la tienda. Tanto los espacios públicos como las dependencias privadas del Primer Ministro han sido reformadas en diversas ocasiones. Destacables son las mejoras desarrolladas en el siglo XIX durante los mandatos de Disraeli y de Gladstone.

Tradicional lugar de cita para movimientos de protesta, como el de las sufragistas que pedían el voto para las mujeres a principios del siglo XX, la cantidad de eventos históricos que han tenido lugar entre las paredes del número 10 de Downing Street es enorme. Sin ir más lejos, la estrategia de Gran Bretaña en las dos guerras mundiales fue planeada desde aquí.  

En Downing Street se encuentran otros edificios con roles destacables para la política de Gran Bretaña. El número 11 es la residencia oficial del ministro de Hacienda, mientras que en el número 12 se encuentra la Government Whips’ Office, un importante organismo de control parlamentrario. En el otro lado de la calle se encuentra el Foreign Ofice, el Ministerio de Asuntos Exteriores. Así que te encuentras en una zona de gran importancia y relevancia en la política mundial.