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Kensington Palace

Kensington Palace (75)

Residencia real desde que la adquiriera Guillermo en el siglo XVII, fue reformado y ampliado entre 1689 y 1697 según proyecto del genial arquitecto Christopher Wren. Aunque en él siguen viviendo miembros de la realeza, se permite la visita a determinadas partes del palacio.

La rica decoración del edificio queda magníficamente reflejada en la King’s Staircase, la escalinata del rey. Esta escalinata por la que los reyes subían a sus aposentos, está profusamente ornamentada por los frescos que pintó el artista William Kent en el siglo XVIII. Estas pinturas representan, tanto en las paredes como en el techo, a una serie de curiosos personajes de la corte Jorge I que nos miran desde una balaustrada.

En la planta baja encontrarás la Court Dress Collection, la colección de vestidos de la corte, que recoge vestidos desde 1750 hasta la actualidad. A parte de algunos trajes de Isabel II, no debes perderte la exposición permanente de los vestidos de la princesa Diana, que abarca desde las piezas más ochenteras hasta los modelos más sofisticados y elegantes que caracterizaron su incomparable estilo en los años 90. No en vano la princesa residió en el ala noroeste del palacio entre 1981 y 1997.

Otra de las ilustres residentes de Kensington Palace fue la reina Victoria. De hecho, se conserva el dormitorio original de la soberana, en el que, a parte de ver su casa de muñecas, podrás inspirarte del ambiente de un cuarto que tiene mucho que ver con un importante hecho histórico: éste fue el espacio en el que dormía Victoria, todavía una princesa de 18 años, cuando la despertaron a las 6 de la mañana del 20 de junio de 1837 para comunicarle que su tío, Guillermo IV, había fallecido en el castillo de Windsor. Eso significaba que iba a dar comienzo su reinado. Permanecería en el trono ni más ni menos que 64 años. 

Otra fecha para recordar en la historia del palacio de Kensinton es el 31 de agosto de 1997. A las pocas horas de hacerse pública la muerte de la princesa Diana de Gales, decenas de miles de personas se acercaron al palacio e hicieron horas de cola para firmar el libro de condolencias. En una abrumadora muestra de cariño y respeto hacia la figura de Lady Di, en pocas horas miles de ramos de flores fueron depositados, formando una gigantesca alfombra, frente a las rejas del palacio.

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