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Torre Fenchurch 20

Torre Fenchurch 20 (118)

Este emblemático rascacielos de oficinas, de 37 pisos y 160 metros de altura, está en pleno corazón del distrito financiero de Londres. Es obra del arquitecto uruguayo Rafael Viñoly, que completó su construcción en abril del 2014. A pesar de ser bautizado como Torre Fenchurch 20, se ha ganado el apodo de “Walkie-Talkie”, debido a su peculiar forma, que se va ensanchando a medida que aumenta la altura y nos recuerda a los viejos intercomunicadores portátiles. 

Uno de los mayores atractivos de este rascacielos es el jardín-mirador que se encuentra en sus plantas superiores, bautizado con el nombre de Sky Garden, que presume de ser el jardín más alto de la ciudad. Y no solo eso, en las 3 plantas que ocupa el Sky Garden encontramos —además de un espacio arbolado donde maravillarnos con las bonitas vistas de la ciudad—, 2 restaurantes y 2 bares.

El original diseño del edificio, con su característica forma cóncava, no ha estado libre de controversia. Según apuntan los expertos, su diseño cóncavo hace que los cristales de las ventanas actúen como lupas inmensas, lo cual aumenta en más de 20 grados la temperatura del lugar hacia donde apuntan. La mayor anécdota que recorrió el mundo entero fue la aparición de un lujoso automóvil Jaguar parcialmente derretido en una calle cercana al edificio. Todo ocurrió en 2013, con el edificio todavía en construcción. Ese año, en un verano más caluroso de lo habitual, la temperatura en los puntos donde se concentraba el calor proyectado por efecto rebote desde los ventanales del Fenchurch, llegó a superar los 70°C, temperatura muy superior a la prevista por el arquitecto, que estimaba que se llegara a los 36ºC. Un café que se encuentra en el foco de su resplandor hasta logró tostar una baguette y freír un huevo fuera de la tienda. De ahí que se rebautizara a la Torre Fenchurch 20 como el “Fryscraper”, por su capacidad única de derretir carrocerías de coches, doblar ruedas de bicicletas y convertir las calles circundantes en una gran sartén. 

Al preguntarle qué es lo que había fallado en el diseño, el arquitecto quiso eximir su responsabilidad y argumentó que todo se debía al calentamiento global, puesto que la primera vez que llegó a Londres, eran contados los días soleados, mientras que ahora había un montón de días con sol. Sorprendentes palabras del arquitecto que dejaron a más de uno con la boca abierta.

El arquitecto ya tiene un historial como diseñador de edificios que arden. El hotel Vdara, en Las Vegas, con una forma cóncava similar, reconcentraba tanta luz del sol en la piscina de la terraza que derretía las tumbonas y chamuscaba el pelo de los huéspedes. 

Pero bueno, volvamos al Fenchurch. Finalmente, en mayo de 2014, se solucionó este error de diseño colocando unas pantallas anti reflectantes en la parte superior del rascacielos. Sin embargo, ni siquiera esta actuación salvó al famoso Walkie-Talkie de hacerse con la Carbuncle Cup en 2015, el galardón al edificio más feo de la Gran Bretaña, concedido por la revista de arquitectura Building Design. ¿Y a ti? ¿Te gusta o también le darías el premio?

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