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Pasear por el barrio de Salamanca equivale a moverse por las calles más caras y lujosas de la ciudad. Te hablamos de las calles Ortega y Gasset, Goya, Velázquez, Jorge Juan o Serrano, lugares refinados, elegantes.
Antiguamente, la burguesía adinerada se trasladó a esta zona, dando al barrio una identidad sofisticada y marcadamente comercial. El barrio le debe su nombre al promotor y constructor malagueño, don José de Salamanca y Mayol, Marqués de Salamanca, que invirtió ingentes sumas de dinero construyendo buena parte de sus edificios. El barrio de Salamanca también se conoce popularmente como ensanche madrileño. Deja que te comentemos un poco como se forja su historia.
Desde que Madrid se convierte en capital del reino, su crecimiento ha sido caótico y desordenado, y sus habitantes se acostumbraron a vivir hacinados dentro de sus murallas.
Así fue prácticamente hasta el siglo XIX. Entonces, muchas ciudades europeas iniciaron una transformación racional de su espacio urbano, abriendo anchas avenidas dentro de unos planes más o menos organizados. Mientras Europa se organizaba y creía racionalmente, Madrid seguía siendo un caos y eso no podía ser, máxime ahora que urgía una pronta ampliación de la ciudad.
Así, en 1860, Carlos María de Castro diseña un proyecto de ensanche de la ciudad hacia el norte y el este, siguiendo una cuadrícula rectangular. El proyecto imponía restricciones sobre la altura de los edificios, además de incluir espacios verdes en cada bloque de casas para asegurar un entorno sano y armónico. Las calles así dispuestas en cuadrícula, además de ofrecer un mejor aprovechamiento de la luz, aseguraban que las casas estuvieran bien ventiladas, algo clave en el pestilente Madrid de finales del siglo 19.
Carlos María de Castro diseñó propiamente el urbanismo de la zona, pero quien realmente levanta el barrio es el Marques de Salamanca.
De hecho, el marqués se gastó una de las varias fortunas que amasó durante su vida construyendo bloques de viviendas de primera. Las casas del Barrio de Salamanca fueron las primeras que tuvieron fogón de carbón, agua corriente y tal vez lo más importante, váteres con cisterna. Todo un lujazo para una época en la que era frecuente mojarse con el resto de aguas si no te apartabas al grito de “agua va”
Pero su ambicioso proyecto inmobiliario sobrepasó sus recursos y resultó que los lujosos edificios eran demasiado caros para los compradores locales. Y es que pocos miembros de la clase media madrileña tenían el dinero suficiente o la motivación necesaria para invertir en el proyecto y prefirieron seguir en el abarrotado, ruidoso y por qué no apestoso centro antiguo. Por ese motivo, el marqués acabó en la bancarrota en 1867.
Por suerte, a partir de la restauración de 1874, la gente adinerada ya empezó a valorar las ventajas que ofrecía unas avenidas anchas y planificadas. París y su recién estrenado urbanismo puso de moda irse a vivir lejos del centro, a zonas bien iluminadas y sobre todo, bien ventiladas. Además, en el año 1893 se instalan en el barrio los primeros ascensores, un lujo que acaba con la segregación vertical y que hace que se revaloricen las plantas altas, antiguamente habitadas por las clases menos favorecidas.
En Madrid costó hacer entender el salto cualitativo que suponía vivir en una zona como el ensanche de Salamanca, y así, ya comenzado el siglo 20, la gente acaudalada por fin se empieza a mudar a esta zona privilegiada.
En 1890, en el barrio Salamanca tenían declarada su residencia 75 nobles, que pasaron a 138 en el año 1910. Cuando los burgueses se enteraron que los nobles acudían en masa a Salamanca, el barrio se convirtió en una zona buscadísima y relativamente cara, y así ha seguido siéndolo hasta nuestros días.
Vivir en Salamanca cuesta una fortuna, pero pasear por sus calles te resultará del todo gratis. Camina, mira y cotillea algunas de sus elegantes porterías. Salamanca es el barrio chic por excelencia.
4 Torres Bussiness Area (84)
Barrio de Salamanca (43)
Calle de Fuencarral (78)
Campo del Moro (9)
Chueca (72)
Ermita de San Antonio de la Florida (20)
Gran Vía (31)
La Latina (11)
Palacio de Justicia (55)
Palacio de Santa Cruz (18)
Plaza de la Villa (10)
Puerta de Europa (83)
Real Jardín Botánico (39)
San Nicolás de los Servitas (19)
Templo Debod (63)
Barrio de Chamberí (57)
Basílica de Nuestra Señora de Atocha (42)
Calle de Serrano (44)
Casa de América (47)
Complejo AZCA (80)
Estación de Atocha (41)
Iglesia de San Antonio de los Alemanes (86)
La tertúlia y el Café Gijón (76)
Palacio de la Moncloa (48)
Parque del Retiro (35)
Plaza de Santa Ana - Barrio de Huertas (51)
Puerta de Toledo (70)
Real Monasterio de la Encarnación (13)
Teatro Español (52)
Zarzuela y el Teatro de la Zarzuela (54)
Barrio de Lavapiés (73)
Biblioteca Nacional (45)
Calle Montera (30)
Casa de Campo (85)
Congreso de los Diputados (53)
Estadio Santiago Bernabeu (82)
Iglesia de San Pedro el Viejo (23)
Monasterio de las Descalzas Reales (66)
Palacio de Liria (68)
Paseo de la Castellana (77)
Plaza Dos de Mayo (58)
Rastro (17)
Residencia de Estudiantes (50)
Teatro Real (12)
Barrio de Malasaña y La Movida Madrileña (65)
Bolsa de Madrid (38)
Calle Preciados (79)
Casa de Correos (3)
Convento de las Carboneras (22)
Fuente de Neptuno (24)
La Corrala (14)
Nuevos Ministerios (81)
Palacio de Longoria - Sede SGAE (61)
Plaza de la Paja (15)
Puente de Toledo y Río Manzanares (69)
Real Fábrica de Tapices (71)
Ruinas de la Muralla Musulmana (90)
Teleférico de Madrid (62)
CaixaFórum (88)
Museo Arte Público - Museo de Escultura al Aire Libre (75)
Museo del Prado (27)
Museo Sorolla (89)
Casa-Museo de Lope de Vega (60)
Museo Cerralbo (64)
Museo Lázaro Galdiano (56)
Museo Thyssen-Bornemisza (40)