ALREADY KNOW YOUR NEXT DESTINATION?
DOWNLOAD YOUR FREE AUDIOGUIDE

Basílica de San Francisco el Grande

Basílica de San Francisco el Grande (16)

Ubicada entre la Puerta de Toledo y el Palacio Real, la Basílica de San Francisco el Grande destaca por su imponente cúpula de 33 metros de diámetro. Probablemente no te sonará tanto como la cúpula de los Inválidos de París, o la de San Pablo en Londres, a pesar de que esta cúpula es bastante mayor. Arquitectónicamente hablando, la fastuosa cúpula es una de las joyas del Madrid neoclásico que no te deberías perder. 

Cuenta la tradición que por aquí plantó su tienda San Francisco de Asís, camino de peregrinación a Santiago. Posteriormente, en honor al Santo, se construiría un humilde convento. Estamos hablando del 1217 aproximadamente. 

Pero no fue hasta 1760 que Carlos III ordenó reemplazar el convento por una basílica neoclásica. El arquitecto Francisco Cabezas diseñaría la imponente cúpula. Lamentablemente, en 1768 las obras tuvieron que ser suspendidas debido a las complicaciones generadas por semejantes proporciones. Demasiada cúpula para los ingenieros del Madrid de aquel entonces. La obra pudo ser  finalmente terminada por Francesco Sabatini en 1784, 24 años más tarde.

Los madrileños sienten un cariño especial por San Francisco el Grande. Consideran que es uno de los monumentos que más luce y una de sus obras más grandiosas, ya sea desde el punto de vista arquitectónico, escultórico o pictórico. 

Sin ir más lejos, en su interior encontramos doce majestuosas esculturas de los doce apóstoles, realizadas en mármol de Carrara y de casi 3 metros de altura, que rodean toda la base de la cúpula. En el ábside, puedes admirar cuatro enormes esculturas en madera policromada de los cuatro evangelistas. Junto a otros pintores del siglo 18, de sus muros cuelgan cuadros de Goya y de Zurbarán. 

En 1835, las autoridades desamortizaron la basílica, es decir, desposaron de su titularidad a los religiosos que la habitaban, y la destinaron a albergar un cuartel de infantería. Pocos años después, quiso utilizarse como panteón nacional. Los franciscanos no pudieron regresar a la basílica hasta 1926, y eso provocó que el templo no se pudiera mantener en el mejor de los estados. 

En la actualidad, si te paseas por San Francisco el Grande, podrás ver la extraordinaria basílica en todo su esplendor. Y es que, desde que empezaron las obras de restauración en 1974, San Francisco el Grande ha estado más de 27 años tapada por unos molestos andamios. Cuando por fin fueron retirados, aún estuvo dos meses cerrada al culto para poder limpiarla del todo. 

Por increíble que parezca, la restauración ha resultado más larga y más costosa que su propia construcción.

ALL POINTS OF INTEREST
INTERESTING
This website uses cookies to ensure you get the best experience on our website

ACCEPT
+ INFO