ALREADY KNOW YOUR NEXT DESTINATION?
DOWNLOAD YOUR FREE AUDIOGUIDE

La tertúlia y el Café Gijón

La tertúlia y el Café Gijón (76)

Lo primero que te chocará de Madrid es que la gente vive en la calle. En concreto, la gente hace vida en sus innumerables bares y cafés, desparramados por toda la ciudad. Se dice que hay más bares en la calle de Alcalá que en toda Bélgica. El madrileño se pasa la vida en el café, donde se encuentra con los amigos, comenta el fútbol y las penas, y practica el deporte nacional: la tertulia. 

La tertulia es el puro placer de hablar por hablar. Una discusión acalorada entre amigos sin más pretensiones que las de ejercitar el diálogo, la voz, la inteligencia y la palabra. 

La vida cultural Madrileña le debe mucho a sus cafés y a sus tertulias. Si el café ha sido la facultad de muchos intelectuales, y el Café Gijón debe ser una de las mejores universidades. El Gran Café de Gijón nace el mes de mayo de 1888, en el Paseo de Recoletos, entre las calles Prim y Almirante. Lo fundaría un emigrante asturiano; don Gumersindo García. 

Alejado del bullicioso centro, el presuntuoso café se llena pronto de importantes figuras de la época. Gente como don Santiago Ramón y Cajal o Benito Pérez Galdós se cuentan entre sus primeros asiduos. Su fama, ya imparable, acabará por congregar a numerosos escritores de la generación del 27. Se dice que las conversaciones del Gijón eran más que memorables, y que los temas abarcaban desde algo tan sublime como metafísico hasta algo tan mundano como un pedo. Pero pronto estalla la guerra civil, y por temor a posibles represalias, muchos intelectuales abandonan las tertulias.

La vida literaria del café Gijón se intensifica nuevamente durante la posguerra, acogiendo a los jóvenes de la llamada "Juventud creadora". El café Gijón, volvería a ser un oasis de convivencia nacional. Como escribe Ramón Gómez de la Serna “el café sigue encendiendo la lámpara viva del tiempo y el sabio reloj de arena está en cada mesa". 

Desde entonces, por el café Gijón han pasado borrachos, 

Ministros,  charlatanes y premios Nóbel; la lista de sus afamados tertulianos es inacabable. Antonio Buero Vallejo, Camilo José Cela, Enrique Jardiel Poncela o Fernando Fernán-Gómez 

Aún así, tampoco te creas que en la historia del viejo Gijón sólo haya espacio para elogios, ya que son bastantes los que reniegan de este emblemático café. Hemingway, por ejemplo, decía que la clientela de este lugar la formaban únicamente snobs. El café gijón és uno de los muchos cafés con solera de Madrid, quizás no es el mejor ni el más bonito pero te animamos a degustar un café que, sin duda, sabe a historia.

ALL POINTS OF INTEREST
INTERESTING
This website uses cookies to ensure you get the best experience on our website

ACCEPT
+ INFO