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Catedral de la Almudena

Catedral de la Almudena (8)

Por raro que parezca, Madrid era una de las pocas capitales europeas que no tenía catedral. Primero, porque la Iglesia y el Estado no se ponían de acuerdo en construir una. Y luego, porque arquitectos y constructores tardarían más de un siglo en acabarla. 

La Catedral de la Almudena fue consagrada hace nada, en la década de los noventa. Desde un punto de vista histórico, es como si a Madrid le hubiesen puesto una catedral la semana pasada. Y por eso notarás que a la Catedral de la Almudena le falta algo muy importante; el paso de la historia. 

La fachada principal de este templo da la plaza de la Armería, frente al Palacio Real. Su emplazamiento es, sin duda, privilegiado. A diferencia de otras catedrales, que están orientadas este-oeste, la de la Almudena se orienta norte-sur, fruto de su concepción como parte integrante del conjunto del Palacio Real de Madrid. 

A pesar de ser un templo joven, la Almudena se integra harmónicamente en su entorno. Complementa la perspectiva del Palacio Real e incluso lo embellece. En buena medida, los materiales empleados en su construcción contribuyen a ello; la sobria piedra de Novelda -Alicante- y el elegante granito de Colmenar Viejo -Madrid- 

La Catedral de nuestra señora de la Almudena, es un templo  de 102 metros de longitud y 73 metros de altura con una mezcla de diferentes estilos neo -nuevos-: neoclásico en el exterior, neogótico en el interior y neorrománico en la cripta. 

No esperes que podamos contarte demasiadas cosas de su historia -que no la tiene-. Lo que sí que podemos contarte es la historia de por qué tarda tanto en construirse, que por cierto, es bastante entretenida.  

El primero en querer ver una catedral en Madrid fue el monarca Felipe II. Según un informe de 1567, "por el bien universal de la villa y su tierra, importa y tiene gran necesidad que se haga en ella una iglesia catedral y cabeza de Obispado". Lo que pasa es que Felipe II estaba más encaprichado en acabar las fastuosas obras del monasterio del Escorial, y la idea de construir una catedral madrileña quedó en eso; palabras solemnes.  

Por extraño que parezca, la Iglesia Católica tampoco estaba muy por la labor de dotar a Madrid con una catedral. De hecho, Madrid no tenía obispado y todo el poder eclesiástico residía en la archidiócesis de Toledo. Y claro, en Toledo veían la Catedral de Madrid como una manera de perder poder e influencia. Una catedral en Madrid no interesaba.

Tuvieron que pasar muchos reyes y siglos hasta que el 4 de abril de 1883 el rey Alfonso XII pusiera la primera piedra de la futura catedral de Madrid. Fue la reina Mercedes, una devota de la Virgen de la Almudena, quien cedería los terrenos frente a Palacio para la construcción del templo. 

El primer arquitecto encargado de la obra fue Francisco de Cubas, quien quería erigir una  espectacular iglesia neogótica sobre una cripta románica. La iglesia subterránea o "cripta" se acaba milagrosamente en 1911 sobre el calendario previsto. A partir de entonces, la construcción del templo es un cúmulo de retrasos, complicaciones y despropósitos. A principios del siglo 20, los arquitectos madrileños descubren que construir una catedral no es cualquier cosa. 

Más tarde, acabada la Guerra Civil, se convoca un Concurso Nacional para resolver el problema de la continuidad de la catedral. Fernando Chueca Goitia y Carlos Sidro retoman la construcción, con un proyecto que tapa la construcción neogótica interior con un "envoltorio" neoclásico más acorde con el cercano Palacio Real. Sin duda, la aportación de estos dos arquitectos resultó ser un gran acierto. 

Una de las últimas aportaciones artísticas a la Catedral de la Almudena han sido las pinturas neo bizantinas de Kiko Argüello. Estas pinturas narran los momentos más importantes de la vida de Cristo: la Segunda Venida, la Crucifixión, Resurrección y Pentecostés. 

Ha sido el estilo contemporáneo -más acorde con los tiempos actuales- de estas pinturas, lo que ha abierto el debate sobre el diseño de las catedrales modernas. ¿Tiene sentido hacer hoy una catedral como las de antes? ¿Es mejor apostar por lo clásico o es más conveniente arriesgar con una arquitectura contemporánea? Las preguntas están en el aire, y es mejor que las respondas tú mismo cuando pasees por la Almudena. Con todo, el sentir general del madrileño es que la estructura “antigua” de la Almudena ha sido la solución más adecuada. 

El 15 de junio de 1993, el papa Juan Pablo II consagra por fin, este templo. La Almudena será la primera catedral española consagrada por un Papa y la primera consagrada por Juan Pablo II fuera de Roma.

A pesar de su breve andadura histórica, los madrileños ya han podido celebrar un importantísimo acontecimiento en su interior. El 22 de mayo de 2004, el Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón, contrae matrimonio con la periodista Doña Letizia Ortiz. El templo fue oficialmente presentado al mundo.

Ese día, muchos madrileños pudieron comprobar aliviados, que por fin tenían una señora catedral; ¡como Dios manda!

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Catedral de la Almudena

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