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Chocolate con Churros

Chocolate con Churros (1C)

En Madrid, después de una noche de marcha, la gente no tiene ganas de irse a dormir. Es hora de tomarse el tradicional tazón de chocolate con churros. A las cinco de la madrugada, por extraño que te parezca, los madrileños acuden en masa a las chocolaterías, y se ponen las botas con este postre tradicional. Si te animas a probar este dulce, entenderás porqué vale la pena aguantar despierto hasta tan tarde. Cerrar una noche divertida con un chocolate con churros, sin duda, no tiene precio. Aunque se puede degustar a cualquier hora del día, ideal para desayunar o merendar.

Los churros son una masa hecha a base de harina de trigo, agua y sal. La masa se introduce en un émbolo del que saldrá el característico cilindro estriado que llamamos churro. Acto seguido, la pasta se fríe en un cazo lleno de aceite hirviendo. Los churros, una vez fritos y escurridos, se espolvorean con abundante azúcar. Es importante comerlos al momento, calientes y crujientes, pues si se espera mucho el churro se ablanda y no vale nada. 

Una variante del churro,  también muy típica, es la porra madrileña. Una porra es como un churro pero mucho más grueso. 

Los churros con azúcar están muy ricos, pero con un tazón de chocolate, están inmejorables. 

En Madrid, el cacao se conoce desde el siglo 16, cuando lo traen de América los primeros exploradores. Aun así, no se populariza hasta unos cuantos siglos más tarde, y causará furor entre las damas de la corte. 

El chocolate tradicional con el que tienes que untar tus churros se elabora con pastillas de chocolate puro, diluidas en leche, con harina de maíz y abundante azúcar. Un buen chocolate se sirve espesito. Así, cuando bañes el churro en el chocolate, éste seguirá ligeramente crujiente, que es como está más bueno. 

Los madrileños disfrutan de los churros en bares, cafeterías o mejor aún, en las clásicas chocolaterías del centro. Pero también es frecuente ir a comprar los churros en las tradicionales churrerías, unos quioscos equipados con todo el material necesario para preparar churros al instante. 

De todas las chocolaterías de Madrid, tal vez la más famosa sea la Chocolatería San Ginés, en funcionamiento desde 1894, y muy próxima a la puerta del Sol. Su barra siempre está llena de gente, y por su freidora pasan a diario miles y miles de churros. El trajín de gente, de chocolate y de churros es un espectáculo digno de ver, y como no, de probar.

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