El Paseo de la Castellana es una de las principales avenidas del Madrid moderno. Una arteria que arranca desde la Plaza de Colón y sigue dirección norte, hasta bien pasada la plaza de Castilla.
Durante siglos, el paseo fue un barranco agreste por el que pasaba un pequeño cauce fluvial. Hasta que en 1860, Carlos María Castro, padre del moderno ensanche madrileño, decidió ampliar el Paseo de Recoletos hacia los barrios del Norte. Desde entonces, la Castellana no ha parado de crecer. Sus sucesivas ampliaciones son un excelente reflejo de la moderna historia Madrileña. Una guía del presente, pero sobre todo, del futuro de la ciudad.
Así, los primeros tramos de la avenida están llenos de palacetes y hermosas mansiones. Corresponden a principios del siglo pasado, cuando nobles y acaudalados burgueses se asentaban a las afueras de la ciudad, agobiados por las estrecheces del centro. Es una época de opulencia pero también de mucha decadencia, y la arquitectura de algunos edificios, son un buen ejemplo.
Por aquel entonces, el cruce de las calles principales con la Castellana se embellecía construyendo hermosas fuentes y glorietas. Una de esas fuentes, la fuente Castellana, gustaría tanto, que servirá para dar nombre a toda la avenida.
La Castellana se ampliará significativamente a partir de los años 60, cuando España ya está recuperada de la guerra y parece que el turismo despega.
Esta vez, el poder financiero y económico se encargará de llenar de opulentos edificios a ambos lados de la vía. Edificios como los Nuevos Ministerios, el complejo de AZCA, la imponente Torre Picasso, además de importantes sedes bancarias, transformarán por completo la imagen de la nueva Castellana. Es un tramo impersonal, dominado por edificios de arquitectura contemporánea y grandes rascacielos, pero muy vinculado al Madrid contemporáneo; el Madrid de los ricos y de los poderosos.
En la actualidad, la Castellana sigue viva y también sigue creciendo. La Plaza Castilla y sus dos torres, conocidas oficialmente como Puerta de Europa, hace tiempo que dejaron de ser el oficialmente último tramo de la Castellana.
Madrid crece por Chamartín y por los Barrios del Norte, y en la nueva Castellana, ya asoman los último edificios y rascacielos en el ultra moderno complejo Cuatro Torres Business Area.
