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Plaza de la Villa

Plaza de la Villa (10)

Situada en el Madrid de los austrias y atravesada por la calle mayor, la plaza de la villa es un lugar estupendo para que empieces a callejear por la zona antigua de Madrid. La plaza de la villa está ubicada en una zona muy céntrica y turística, y por eso sorprende que sea tan tranquila y silenciosa. 

La plaza de la villa, por otra parte, es famosa porque alberga el Ayuntamiento de la Ciudad, junto con la casa de Cisneros y la torre de los Lujanes, todos ellos edificios característicos de la arquitectura madrileña más tradicional. 

Así,  la casa y torre de los Lujanes es uno de los pocos edificios del siglo 15 que aún quedan en la ciudad. 

En la fachada de la casa, gótica, se conserva un interesante escudo de sus antiguos propietarios, la prestigiosa familia de los Lujanes. La torre es de mampostería y ladrillo. 

La leyenda cuenta el emperador Carlos V mantuvo retenido como prisionero al monarca francés Francisco I tras su derrota en la batalla de Pavía. Eso sí, a pesar del encierro, el rey galo podía pasear por la calles y acudir a las fiestas del Madrid de entonces. Un encierro la mar de privilegiado, vamos. El edificio fue rehabilitado por Luis Bellido a principios del siglo 20 y su estado de conservación es excelente. 

Al fondo de la plaza te vas a encontrar con la casa de Cisneros, construida en el 1537. Esta construcción fue el hogar de don Benito Jiménez de Cisneros, sobrino del famoso cardenal Cisneros. 

La casa palacio mantiene la distribución original de la época, en torno a un patio central. Su estilo plateresco se conserva gracias a la acertada reforma realizada por -nuevamente- Luis Bellido-. La casa de Cisneros, alberga en la actualidad, algunas dependencias municipales. 

Por último, no dejes de admirar la Casa de la Villa. Este emblemático edificio ocupa toda la zona derecha de la plaza y es la sede del ayuntamiento de Madrid. 

Juan Gómez de Mora iniciaría las obras de este edificio en la década de 1640. Pero hasta casi medio siglo después -en 1693- que el edificio no puede terminarse del todo. El motivo de tanta demora fue la falta de presupuesto, y es que los alcaldes de Madrid no gozaban del favor real, y por lo tanto, andaban muy escasos de fondos públicos. 

La fachada principal de granito y ladrillo, cuenta con dos portadas decoradas por José del Olmo. A finales del siglo 17 Juan de Villanueva le añadiría la galería de columnatas que sobresalen hacia la calle Mayor. Ambos extremos del edificio se rematan con torres cubiertas con pizarra, lo que hacen de la silueta de esta casa de la villa una de las más típicas; verdadera estampa fotográfica del Madrid de los Austrias

En su interior, además de albergar el salón de plenos municipal, la Casa de la Villa es rica en tapices del siglo 18. La casa de la villa también es famosa por su importante custodia de plata del siglo 16, que recorre las calles del barrio en la festividad del Corpus. 

Por último, en el centro de la plaza está situada la estatua del héroe don Álvaro de Bazán. Este personaje fue clave en la batalla de Lepanto, librada en 1571 entre las flotas cristianas y turcas. 

La batalla te sonará seguro, entre otras cosas, porque Miguel de Cervantes participó en ella. El autor del Quijote no saldría muy bien parado del combate; perdería el uso de su brazo izquierdo, convirtiéndose eso sí, en el manco más famoso y universal.

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