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Puente de Toledo y Río Manzanares

Puente de Toledo y Río Manzanares (69)

Casi todas las capitales europeas que se precie están atravesadas por un río navegable, y claro está, Madrid no podía ser menos. Aunque el río Manzanares, más que atravesar la ciudad, la bordea -concretamente por su extremo suroeste-. Y además, no es navegable. Como mucho, veras unos cuantos patos surcando sus escasas aguas. 

Lo cierto es que actualmente, el ayuntamiento trabaja para recuperar y ampliar el caudal. Igual el Manzanares no merece por sí solo una visita. Pero sí el magnífico Puente de Toledo. 

El puente de Toledo es toda una excepción en la arquitectura de Madrid. Y es uno de los puentes más hermosos de Europa.   

Dada la importancia que tuvo la ciudad de Toledo, antigua capital del reino, las vías de comunicación entre ambas ciudades eran fundamentales. Por poco caudaloso que fuera el río, Madrid tenía que salvar el Manzanares con facilidad si quería llegar sin mayores contratiempos a ciudades del sur, como Toledo. 

Así, durante el siglo 17, se construye un primer puente, conocido como puente de la Toledana. Lamentablemente, el puente duró poco, puesto que se lo llevó una fuerte riada nada más ser inaugurado. 

En 1682 se construye otro puente, que otra vez, acaba en el fondo del Manzanares al poco de estrenarse. 

Seguramente por eso que en 1685 Teodoro Ardemans construye un puente suficientemente bien cimentado, como para aguantar todo tipo de embestidas del río. El puente finalmente aguantará crecidas y riadas, aunque tiene que ser reconstruido en 1715. Ese año el marqués de Vadillo, por orden expresa de Felipe V, manda restaurar de forma definitiva el puente. El responsable de la obra será Pedro de Ribera, quien tarda 17 años en ornamentar el puente, dándole su aspecto actual. 

El Puente de Toledo es un puente barroco que consta de nueve ojos o arcos separados por tambores con forma de torreones de fortaleza. Estos torreones los rematan balconcillos a modo de miradores. Las esculturas de las dos hornacinas  del centro del puente representan a San Isidro Labrador y a su esposa, Santa María de la Cabeza. Las estatuas de los patrones de la ciudad es obra de Juan Ron. 

Flanqueando la entrada del puente, destacan don columnas trabajadas en relieves, con los escudos de armas de Madrid y de España. 

Si te paseas por el puente, te sorprenderá su monumentalidad, sobre todo cuanto te asomes a ver el   río sobre el que se asienta.

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