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Puerta de Toledo

Puerta de Toledo (70)

Madrid es una capital grande, moderna, y muy acogedora. Desde que Felipe II traslada la corte a este centro peninsular, los madrileños han recibido a personas de todas partes de España y del mundo. 

Tal vez por eso, la ciudad ha cuidado mucho las puertas de entrada a la ciudad. Aprovechando alguna victoria o celebración singular, los distintos monarcas han construido grandes puertas para dar la bienvenida a todos los visitantes. Aunque la Puerta de Alcalá sea la puerta que más le suena a todo el mundo, deja que te hablemos de la Puerta de Toledo. 

La Puerta de Toledo te dará la bienvenida al Madrid más antiguo, a la zona de la latina, y los domingos por la mañana, al mercado del rastro. 

La primera puerta de Toledo de la que se tiene constancia data del siglo 15, pero el cambio urbano y el crecimiento de la ciudad hizo necesario que se construyera una nueva. 

Los primeros proyectos de construcción de la puerta actual se remontan a la época de ocupación napoleónica. Así José Bonaparte ordenó el diseño de una puerta que embelleciera la entrada a Madrid por el antiguo camino real de Andalucía. Lamentablemente, este proyecto nunca pudo llevarse a cabo, ya que José Bonaparte fue expulsado de España junto con los ejércitos franceses en un lapso de tiempo relativamente breve.  

Posteriormente, Fernando VII encargaría un nuevo diseño al arquitecto Antonio López Aguado. Éste, proyectó la puerta como un arco triunfal dedicado al recién restaurado rey Borbón, Fernando VII.

La Puerta de Toledo se construyó entre los años 1817 y 1827. Su estructura la forman un arco central de medio punto y dos puertas adinteladas, sustentadas por grandes bloques de granito. 

A los lados del arto central destacan unas medias columnas estriadas de orden jónico, y pilastras del mismo estilo enmarcando los laterales. Un grupo escultórico en piedra corona el monumento, diseño de José Ginés esculpido por Ramón Barba y Valeriano Salvatierra. 

Decorando la fachada norte, vemos un escudo de armas de Madrid sostenido por dos niños. Sobre las puertas laterales, destacan esculturas de trofeos militares.

La Puerta tiene un valor simbólico añadido ya que se construye poco después de expulsar a los franceses. Por eso en el friso se puede leer un encendido alegato a favor de Fernando VII y de la independencia del pueblo español. La puerta de Toledo fue la última puerta monumental que se construyó en el antiguo recinto de Madrid.

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