El actual barrio del SoHo, llamado así por su ubicación al sur de la calle Houston, South Of Houston Street, es el claro ejemplo de constante reinvención. Si te contamos que apenas hace cien años esto era una zona industrial, puedes pensar que estamos hablando de otro lugar. Pero lo cierto es que si lo tuyo es ir a la última, pasearte por el SoHo es absolutamente imprescindible.
El barrio tal y como lo ves hoy comenzó a forjarse a finales de los años 60, cuando los grandes edificios industriales abandonados hacía años y en ruinas comenzaron a ser ocupados por artistas en busca de metros cuadrados baratos para vivir y trabajar. De hecho, así y aquí nació el loft, un gran espacio diáfano de techos altos y grandes ventanales que combinaba vivienda y atelier con gran habilidad. Pocos años después, estos atrajeron a las galerías de arte y a todo su glamour. El despegue del barrio ya se había producido y pronto pasaría a albergar las tiendas de moda más trendy de todo Nueva York y, para muchos, del mundo entero.
Aunque numerosos neoyorquinos echan de menos la personalidad bohemia del barrio, la realidad es que ir de compras por el SoHo es el objetivo de millones de visitantes cada año. Además de nombrarte una infinidad de marcas internacionales de diseñadores de prestigio y los mejores locales para deleitar tu paladar, has de saber que esta zona también es conocida como el Cast-Iron District, es decir, el barrio del hierro forjado. Y es que entre sus boutiques de lujo y otros locales de moda, podrás encontrar interesantísimos edificios de este estilo.
Para empezar, es esencial que le dediques un tiempo al Little Singer Building en el 561 de Broadway, con una fachada modernista excepcional que conjuga acero y vidrio con maestría, por lo que ha sido precursor de los rascacielos acristalados. Otro edificio que merece la pena visitar es el Haughwout Building, un verdadero palacete veneciano en pleno Manhattan, conocido por ser el primer edificio que tuvo ascensor para el público, un invento de Otis presentado en la Feria del Palacio de Cristal de Nueva York en 1853.
Historia, arquitectura y las mejores tiendas de moda del mundo. Una combinación única que enamora tanto a los neuyorquinos como a los turistas. El SoHo muchas cosas pero, por encima de todo el SoHo es cool.
