Auteil es uno de esos barrios anexionados a París que aún conserva características específicas de su pasado. Y es que esta zona era un pueblo famoso por sus viñedos e incluso por sus aguas termales. En un principio el terreno pertenecía a la iglesia, concretamente a los hermanos genovevanos, que controlaron estas tierras desde el siglo 11 hasta la Revolución. No fue hasta 1860 cuando se anexionó a París, junto a Passy y Chaillot.

La aristocracia convirtió Auteuil en una zona exclusiva de residencias de lujo, apartadas del ajetreo del centro de la ciudad, y sus fuentes termales hizo aún más popular esta zona, ya que personajes como Molière, Racine, Napoleón o Proust venían aquí a ponerse en remojo.

Una de las mejores calles para observar el estilo arquitectónico de Auteil es seguramente la Rue de la Fontaine, en la que nació Proust, exactamente en el número 96.

Aquí es posible admirar grandes mansiones, de las que muchas son obra de Hector Guimard. Seguro que conoces a este artista art-nouveau, autor de las famosas entradas de metro de París.

El edificio más destacable de esta calle es el Castel Béranger, obra maestra del art-nouveau construida en 1898 como edificio de viviendas de renta baja. En este proyecto, Guimard consiguió dar rienda suelta a su creatividad mezcalndo materiales como metal, ladrillo, piedra y cerámica. Con esta obra genial, consiguió ser premiado en el primer concurso de fachadas de París.

Encontrarás otras edificaciones suyas en los números 17, 19 y 21 de la misma calle, también en el 8 y 10 de la Rue Agar y en el 43 de la Rue Gros. Por eso, no es de extrañar que muchos llamen a la zona “el barrio Guimard”. Cuidaba tanto los detalles de sus obras que hasta llegó a diseñar los rótulos y los números de la Rue Agar, entre otras cosas.

Si te interesa la arquitectura o el interiorismo, puedes pedir cita para visitar el interior del Hôtel Mezzara, en el número 60 de la Rue La Fontaine, donde podrás admirar su gran vestíbulo iluminado por una preciosa cristalera así como otros detalles decorativos originales de Guimard. Te lo recomendamos.

Entre tanto edificio y edificio, no debes olvidarte pasar por el número 17 de la misma Rue La Fontaine. Verás un precioso café con la fachada color burdeos que ha sobrevivido sin apenas modificaciones desde su apertura. Te aseguramos que vale la pena entrar, tomarte algo y disfrutar de los detalles de su interior.

Si sigues paseando por la zona encontrarás otras pequeñas sorpresas como el conjunto de edificios neogóticos que forman la Obra de los Huérfanos de Auteil; la iglesia bizantina Notre-Dame-D’Auteil comenzada en el siglo 14; e incluso un pequeño obelisco en la Place D’Auteil que nos recuerda que aquí estaba el cementerio de la ciudad.

Sin duda, esta es una zona para pasear sin prisa y disfrutar de los detalles de su arquitectura. Desde aquí dirígite al barrio de Passy o de Chaillot para continuar descubriendo París.