París es la capital mundial indiscutible de la moda. Y, sobre todo, de la alta costura. Ningún sitio como París para encontrar las boutiques más glamourosas y lujosas y para encontrar las sedes de los grandes nombres de la moda mundial.
Las prendas de haute couture o alta costura son creaciones únicas diseñadas por alguna de las nueve casas de alta costura reconocidas por la Federación Francesa de la Costura. Los precios de la ropa de alta costura hacen que ésta sólo esté al alcance de unos pocos afortunados y son el motor de la industria textil e inspiración de las tendencias de cada temporada. Casi todas las casas de alta costura también fabrican prendas prêt-à-porter con una idea similar a la de la alta costura pero, eso sí, a un precio más asequible.
Si quieres echar un vistazo a las últimas tendencias, acércate a la orilla oeste del Sena. La mayoría de casas de moda con nombre propio está en la Rue du Faubourg Saint Honoré y alrededores, y sobre todo, en la exclusivísima Avenue Montaigne. Allí están las tiendas de Christian Dior, Chanel, Yves Saint Laurent, Nina Ricci, Pierre Cardin o Christian Lacroix.
París también tiene espacio para los nuevos creadores, por supuesto. El Marais es el barrio de los diseñadores vanguardistas más destacados, concretamente en la Rue des Rosiers.
El primer diseñador de moda que fue más que un modisto fue Charles Frederick Worth, un inglés que se afincó en París y fundó su propia casa de moda en 1858, junto a su socio Boberg. Worth fue el primero en firmar sus obras cosiendo una etiqueta con su nombre a sus prendas. Su éxito hizo que fuera él quien aconsejase a sus clientes qué ponerse, en vez de seguir las indicaciones de los clientes para confeccionar los vestidos a su gusto, como hacían los modistos.
Fue durante este período que muchas casas de moda comenzaron a contratar artistas para dibujar los diseños de sus prendas. Las imágenes por sí mismas podían ser presentadas a los clientes de forma mucho más económica que realizando una prenda de muestra en el taller.
De este modo, París se convirtió en la ciudad que dictaba las normas en cuanto a moda se refiere. Las revistas se empezaron a fijar en todo lo que venía de París y los grandes nombres se forjaron aquí. Y aún sigue siendo así. París es moda. Moda es París.
