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Jardin des Tuileries

Jardin des Tuileries (20)

Catalina de Medicis reina de Francia y esposa de Enrique II tenía fama de caprichosa. Pero gracias a sus caprichos, París cuenta entre sus joyas con el Jardín de las Tullerías, el más antiguo de la ciudad y el primero abierto al público.

El nombre del palacio que acompañaba al jardín vino dado porque en este lugar había algunas fábricas de tejas, llamadas “tuiles” en francés. Fue hacia 1564 cuando Catalina de Médicis dio la orden para que se iniciaran las obras del Palacio de las Tullerías. La reina puso mucho interés en los jardines, que tenían que ser de estilo florentino, ya que su ciudad natal era la ciudad italiana de Florencia. Y para recrearse la vista quiso que tuvieran muchas fuentes y esculturas, un huerto, una viña, árboles frutales e incluso un laberinto en el que poder perderse.

Estos jardines fueron escenario de grandes recepciones y lujosas fiestas. Por aquella época eran de uso y disfrute personal de la reina. Para que no se colasen los intrusos y los curiosos se hizo rodear los jardines por unos altos muros. 

En 1664 se convertirían en jardines públicos. Aunque el acceso en realidad no se permitía a cualquiera. Sólo los pies de los personajes de la alta sociedad podían pisar estos parajes. Fue Luis XIV quien se puso manos a la tarea y le encargó a André Le Nôtre un nuevo diseño para los jardines, que se convirtieron así en los primeros jardines públicos de París. Entre las nuevas especies que se plantaron estaban los castaños de indias, los arces, los cipreses y los olmos. Con la remodelación se añadieron muchas estatuas. En primavera era habitual ver gran cantidad de tulipanes y claveles. Otro elemento nuevo fue el agua. Con el paso del tiempo, entre las avenidas de los jardines fueron apareciendo los estanques. El primero en añadirse fue el gran estanque redondo. Después fueron los dos más pequeños y el último en incorporarse fue el octogonal en la parte oeste.

El palacio de las Tullerías se abandonó cuando la corte de trasladó a Versalles. A partir de entonces aquí sólo se hacian trabajos de mantenimiento. Sólo cuando la corte volvió en 1715, los jardines volvieron a recuperar su esplendor.

Los republicanos establecieron aquí su centro de poder en tiempos de la Revolución. Y fue cuando el jardín sufrió su más profunda transformación. De ser un jardín a la italiana se pasó a un jardín a la inglesa. El césped se convirtió en el elemento principal y se sustituyeron las macetas por árboles. Pero algunos partidarios del extremismo revolucionario estaban en contra de cualquier signo de lujo y ostentación así que propusieron que se utilizaran los terrenos como huerta. Finalmente ganaron los partidarios de conservarlo como jardín y se quiso ornamentar más con pórticos y vestíbulos. Al final, ni una cosa ni otra.

A finales del siglo 18 el jardín era claramente neoclásico, lleno de estatuas clásicas restauradas y requisadas a la nobleza. Por entonces los cítricos dominaban el jardín. Las flores que se obtenían eran subastadas. Las fiestas volvían a dar vida a los jardines y seguía siendo un lugar exclusivo al que no todo el mundo tenía acceso. Napoleón también quiso dejar su huella aquí y quiso unirlo el palacio del Louvre. Para ello mandó construir el Arco de Triunfo del Carrousel.

En 1862 se construyó el Jeu de Paume, juego de palma un espacio dedicado a un juego que podría ser el padre del tenis. Mucho antes de convertirse en la capital del tenis con Roland Garros, París ya apuntaba maneras.

En 1870 los sucesos revolucionarios afectaron al palacio, que fue destruido en un incendio. Se decidió no volver a edificarlo. Y hacia finales de siglo, los jardines recuperaron su caracter público. En los que se desarrollaron acontecimientos sociales importantes, como el "Salón del Automóvil" y celebraciones de fechas importantes. Las guerras mundiales afectaron seriamente el estado del jardín, que tuvo que ser nuevamente restaurado para recuperar toda su belleza.

Coincidiendo con el bicentenario de la Revolución, en 1989, se consagró definitivamente el Jardin de la Tullerías como un lugar para el esparcimiento y el paseo. Y que ahora tú puedes disfrutar.                

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