Con sus 6 hectáreas el mercado de las pulgas de St.Ouen es el mercadillo más grande del mundo.
También es el más antiguo de París. Ya en el siglo 19 los mercaderes y timadores se concentraban a las afueras de la ciudad para vender sus mercancías. Al principio del siglo 20, varios periódicos publican reportajes sobre el mercado. Y sugieren que en medio de este caos, algún coleccionista experto encontró piezas excepcionales a un precio increíble por la ignorancia de sus vendedores.
Entonces el sitio se puso de moda y empezó a atraer cada día más visitantes.
Cada fin de semana, lo visitan aproximadamente unas 150.000 personas entre parisinos, turistas, coleccionistas y anticuarios. Gente de todas las edades, de todas las clases sociales y de todos los colores atraídos por la infinita diversidad de mercancías imposibles de encontrar en otros sitios : juguetes antiguos, libros raros, gravados, catálogos de exposición, bañeras, armas, lustros, cristales, fonógrafos, joyas...
Todos en busca de oportunidades curioseando entre los más de 2.000 puestos cubiertos y al aire libre.
Está compuesto por 16 mercados gestionados independientemente.
Al principio de la calle des Rosiers, que marca la entrada a numerosos mercados hay un puesto de información en el que podrás conseguir un mapa del mercado y sus calles.
De entre todos los mercados te recomendamos, el Marché Jules Vallès donde encontrarás piezas de finales del siglo 19, el Marché Paul-Bert, aunque es de los más caros, es muy interesante ver sus bellos artículos como muebles, libros y cuadros. En el Marché Biron también encontrarás mobiliario elegante pero a un mejor precio.
El que no puedes perderte es el Marché Vernaison que es el más antiguo, fue creado en 1885 y también el más grande, cuenta con aproximadamente 300 casetas repartidas a lo largo de 10 callecitas, muy recomendable para joyas, ropa, lámparas y otros objetos de decoración.
Busca la callecita numero 10, es muy estrecha pero cubierta, te encantará. Además, en esta calle encontrarás el Chez Louisette, un café siempre abarrotado de gente disfrutando de comida casera y buena música. Dicen algunos que Edith Piaf debutó en este café, quién sabe. Lo único cierto es que casi siempre hay algún cantante.
Tiendas abarrotadas de todo y tiendas especializadas en por ejemplo abanicos u objetos marinos. Te animamos a perderte por sus calles y a que descubras sus tesoros.
Si quieres curiosear abren los sábados, domingos y lunes, de las 10 de la mañana a las 6 de la tarde. Eso sí la negociación del precio sigue siendo un arte, así que ya sabes, si te gusta algo, ¡a por ello!.
