El Palacio Real, o Palais Royal en francés es un palacio con jardines situado al norte del Museo del Louvre. A pesar de su nombre, nunca fue residencia de los reyes. El palacio fue un encargo del cardenal Richelieu al arquitecto Jacques Lemercier y guarda entre sus muros una turbulenta historia a través de los siglos.

Las obras de construcción se iniciaron en 1624 sobre la ubicación del que había sido el Hôtel de Rambouillet. Al edificio se le conocía entonces como el palacio del cardenal. Richelieu vivió allí hasta su muerte, momento en el que se legó a la corona francesa. Allí vivieron la reina madre, Ana de Habsburgo, el cardenal Mazarino y el niño que años después sería el rey Luis XIV. Fue en esta época cuando se comenzó a conocer al edificio como Palacio Real. Más tarde sirvió como residencia parisina de los duques de Orleans. Bajo el control de los duques, el palacio fue escenario de épocas de verdadero libertinaje y juegos de azar.

Durante la minoría de edad de Luis XV, el regente Felipe de Orleans, dirigió la corte desde este palacio. Su nieto, Luis Felipe José de Orleans, más conocido como Felipe Igualdad, se hizo popular en París al abrir al público los jardines del palacio. Encargó al arquitecto neoclásico Victor Louis la reconstrucción de las estructuras que se encontraban en el jardín. También ordenó cerrarlo con columnatas. 

Al final de cada galería del jardín se encontraba un teatro. El mayor de ellos fue la sede de la Comédie Française. Este teatro sustituyó al primero que se construyó en el Palais Royal. Fue un encargo de Richelieu a Lemercier en 1641. Durante el reinado de Luis XIV, el teatro albergó entre otras representaciones obras de Molière en las que actuó el mismo Molière, por primera vez representó el Desengaño amoroso y el Cornudo Imaginario y precisamente, aquí murió actuando. 

Entre los años 1780 y 1837, el Palais Royal se convirtió nuevamente en el centro de las intrigas políticas y sociales de París. Allí se encontraba uno de los café más populares de la época. En ese café fue donde el 12 de julio de 1789, el joven Camille Desmoulins se subió a una mesa y anunció a la multitud que la corona había llegado a su fin. Dos días más tarde se produjo la toma de la Bastilla.

Tras la restauración de los Borbones, un joven Alejandro Dumas consiguió un empleo en las oficinas del poderoso Duque de Orleans, que retomó el control del Palacio. Durante la revolución de 1848, el palacio fue atacado y saqueado. En el periodo del Segundo Imperio Francés el Palacio Real pasó a ser vivienda de una de las ramas de la familia Bonaparte.

Actualmente el Palacio Real es la sede del Consejo de Estado, del Consejo Constitucional y del Ministerio de Cultura. 

La visita no está permitida pero sí que podrás acceder a su jardines, un espacio donde disfrutarás de gran tranquilidad, aunque ocupen una tercera parte de lo que ocupaban originalmente. 

Además están rodeados de soportales que albergan restaurantes, galeria de arte  y tiendas muy interesantes.