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Si te encantan las plantas, este es tu sitio. Y si no, no te lo pierdas igualmente, es espectacular, o ¿no te seduce la idea por ejemplo de contemplar los nenúfares gigantes del amazonas?
Si lo que no te encanta es caminar, el jardín botánico pone a tu disposición unos carritos eléctricos (al estilo de los carritos de golf) en los que se realizan recorridos guiados.
Declarado Patrimonio Histórico Nacional y con más de 137 hectáreas de superficie, el Jardín Botánico se ubica en los límites del Parque Nacional de Tijuca y alberga más de 9000 especies de plantas nativas y procedentes de otros lugares del planeta.
En 1808, el Príncipe-Regente Don João VI, creó el ‘Jardín de aclimatación’ con el fin de adaptar al clima de Río de Janeiro plantas y especias importadas de la India Oriental. Aunque fue el regalo que le ofreció Luiz de Abreu Viera e Silva a Don João VI, una roystonea oleracea, la que hoy en día atrae más la atención de todo el Jardín Botánico. Es conocida con el nombre de Palmera Imperial por ser el Príncipe-Regente el encargado de plantar la palma en el recinto. La idea inicial era mantener esa palmera en exclusividad, pero cuenta la leyenda que, al llegar la noche, los esclavos trepaban por su largo tronco y recogían sus frutos para venderlos. Se dice que, por eso mismo, hoy en día la palmera está dispersa por todo el país y ya es parte de la flora típica de Brasil.
Es por eso que la Aléia Barbosa o Paseo de las palmeras, es el punto de visita obligatorio en el Jardín Botánico. Seguro que te quedas impresionado ante la altura de más de treinta metros que tienen estas centenarias palmeras que te saludan a lado y lado del paseo central. Al final de este paseo te encontrarás con una preciosa fachada de mármol de estilo neoclásico que perteneció a la Real Academia de Bellas Artes demolida en 1908. Desgraciadamente, entre todas estas palmeras no encontrarás aquella Palmera Imperial plantada por Don Joaõ, sobrevivió hasta 1972, cuando desafortunadamente un rayo la alcanzó. Por aquél entonces la palmera medía más de 38 metros y aún puedes observar su tronco que se exhibe en el museo del Jardín Botánico.
Pero el Jardín Botánico no adquirió su carácter más científico hasta 1822. Después de la Independencia de Brasil, tras años de abandono, fue reabierto por el fraile carmelita Leandro do Sacramento quién amplió las colecciones y empezó a catalogarlas. Dentro se encuentra la Casa de la Emperatriz, un palacete colonial originario de mediados del siglo XVIII que fue restaurado en 2001 para acoger la primera Escuela Nacional Botánica Tropical en América Latina. Es por eso mismo, por el reconocimiento mundial que tiene el trabajo realizado en el Jardín Botánico que, en 1991, junto con el Parque Nacional de Tijuca, fue proclamado Reserva de la Biosfera por la Unesco.
No debes perderte las diferentes e impresionantes exposiciones que aquí se exhiben. Desde el Bromeliario con más de diez mil ejemplares de bromelias, el Orquideario formado por más de tres mil ejemplares de seiscientas especies diferentes de orquídeas, una de las colecciones de cactus más grandes del país y un largo etcétera de colecciones que también te llevarán a descubrir el jardín japonés o el jardín sensorial, un espacio pensado para personas que tienen limitaciones visuales.
También es posible visitar la Casa dos Pilões, que fue una de las dependencias de la Real Fábrica de Pólvora de la Ciudad y que jugó un papel muy importante para la defensa del Imperio de Brasil. Es una interesante muestra de la arquitectura colonial.
Este espacio creado en un origen para plantar especies provenientes de las Indias, como la nuez moscada, la canela y la pimienta, se ha convertido hoy en uno de los Jardines Botánicos más importantes del mundo.
Por cierto muy cerca del jardín encontrarás el Espacio Tom Jobim, un lugar de exposiciones dedicado a la vida y obra del famoso músico brasileño Antonio Carlos Jobim, compositor, entre otros éxitos, de la canción “Garota de Ipanema” (Chica de Ipanema). En el lugar pueden verse fotografías, partituras, portadas de sus discos, paneles explicativos de su obra y su carrera artística, así como el piano de madera de jacarandá dónde creó sus inolvidables melodías.
Arcos De Lapa (63)
Cristo del Corcovado - Cristo Redentor (34)
La Garota De Ipanema - La Chica de Ipanema (14)
Pâo de Açúcar - Pan De Azúcar (32)
Playa de Copacabana (6)
Santa Teresa (67)
Calçadão de Copacabana (9)
Escadaria De Selarón (65)
Lapa (62)
Pâo de Açúcar - Teleférico (33)
Playa de Ipanema (13)
Teatro Municipal (52)
Belmond - Copacabana Palace Hotel (8)
Ciudad De La Samba (74)
Cristo del Corcovado - Historia (83)
Fuerte De Copacabana (10)
Jardim De Alah (20)
Laranjeiras (28)
MIS - Museo De La Imagen Y El Sonido (11)
Palacio Do Catete - Museo Da Republica (41)
Playa de Leblon (19)
Real Gabinete Portugués De Leitura (44)
Botafogo Y Flamengo (24)
Confiteria Colombo (45)
Cristo del Corcovado - Vistas (85)
Iglesia De La Candelaria (57)
Jardín Botánico (23)
Largo Do Boticario (40)
Monasterio De San Benito (47)
Palacio Tiradentes (50)
Plaza XV (48)