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Isola Tiberina

Isola Tiberina (82)

La Isola Tiberina es una pequeña isla situada entre las dos orillas de río Tíber. Si te fijas en ella, verás que su forma se asemeja a la de un barco. De hecho, antiguamente sus extremos estaban recubiertos de mármol blanco, simulando la proa y la popa de una nave. Esto se debe a una leyenda según la cual, en el siglo III aC, un grupo de romanos regresaba de Grecia con instrucciones de construir un templo en honor a Esculapio. Estos romanos habían ido a ver a Sibila para que les dijera cómo podían acabar con la epidemia que sufían en ese momento. Durante ese regreso, vieron como una serpiente idéntica a la que rodeaba el bastón de Esculapio se posaba sobre la isla, indicando el lugar de construcción del templo. 

De este modo, se construyó en dicho sitio un edificio y una estatua en honor a Esculapio que hallarás en el muelle este. 

Tiempo después, el emperador Otón III construyó sobre el templo Esculapio una nueva iglesia dedicada a su amigo Adalberto. En esta iglesia terminaron descansando los restos de san Bartolomé y, tras la muerte de Otón, todo el mundo olvidó la figura de Adalberto y el lugar pasó a llamarse iglesia de san Bartolomé.

La isla siempre ha estado muy asociada a los enfermos y a la medicina, y en la actualidad, además de la iglesia, puedes encontrar en ella un hospital. 

Recuerda que para acceder a la isla puedes hacerlo a través del Ponte Fabricio, el más antiguo del Tíber, o del Ponte Cestio.

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